miércoles, 10 de marzo de 2010

10- Husserl, Meditaciones cartesianas. Meditación primera: En que se recorre el camino que lleva al ego trascendental.

10- Digresión. Cómo Descartes falla al girar en sentido trascendental.


Yo puro y sus cogitationes: Es como estar en risco escarpado, donde avanzar con lentitud es cuestión de vida o muerte filosófica.
Wilson y  Koiré: investigadores analizan las meditaciones de Descartes y dan conocer la escolástica, el prejuicio detrás de la obra.
Hay que apartar el prejuicio que previene de la admiración por la ciencia matemática de al naturaleza, según la cual es como si con la expresión ego cogito se tratase de un “axioma” apodíctico, que en unión con otra hipótesis, por señalar y por fundamentar eventualmente de un modo inductivo, haya de suministrar el fundamento de una ciencia del mundo que explique éste deductivamente, de una ciencia nomológica, de una ciencia ordine geométrico exactamente igual a la ciencia de la naturaleza.
Tampoco se admite que con nuestro ego puro apodíctico hayamos salvado un pequeño rincón del mundo, que sería para el yo que filosofa lo único cuestionable del mundo, y que ahora sólo se trate de franquearse el resto del mundo por medio de inferencias bien dirigidas, con los arreglo a los principios innatos al ego. Esto es lo que pasa con Descartes.
 El giro al parecer insignificante, pero fatal, que hace del ego la subtantia cogitans, la humana mens sive animus separado, y el punto de partida hechas con arreglo al principio de causalidad, en suma, el giro por virtud del cual se convirtió en el padre de ese contrasentido que es el realismo trascendental.
Para que no nos suceda lo mismo debemos:
- Permanecer fieles al radicalismo de la reflexión del yo, y con ello
- al principio de la pura “intuición” (o evidencia), o sea,
Si no admitimos nada más que aquello que encontremos efectivamente, y sobre todo de una manera absolutamente directa, en el campo del ego cogito que se nos ha abierto por medio de la epoje o bien, si no afirmamos nada que nosotros mismos “no veamos”.

* Error de Descartes: El giro al parecer insignificante, pero fatal, que hace del ego la subtantia cogitans, la humana mens sive animus separado, y el punto de partida hechas con arreglo al principio de causalidad, en suma, el giro por virtud del cual se convirtió en el padre de ese contrasentido que es el realismo trascendental. Como evitarlo: Si no admitimos nada más que aquello que encontremos efectivamente, y sobre todo de una manera absolutamente directa, en el campo del ego cogito que se nos ha abierto por medio de la epoje o bien, si no afirmamos nada que nosotros mismos “no veamos”. *

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