martes, 16 de marzo de 2010

12- Resumen Meditación primera.

* Fenomenología: Tiene motivos cartesianos radicales, (por lo que debe abandonar gran parte la doctrina cartesiana) mantiene la idea de reformar la filosofía y hacer de esta una ciencia de fundamentación absoluta. Acompaña, en parte, el método progresivo de la duda cartesiana. A través del método el mundo queda en suspenso y se afirma la existencia innegable del ego y sus cogitationes. Tiene un comienzo subjetivo, solipsista, pues, es el meditador el que busca la certeza absoluta en su interioridad. *
* Descartes inaugura una nueva filosofía, ésta da un giro de un objetivismo ingenuo a un subjetivismo trascendental, Husserl sigue la línea trazada por Descartes pues, en su época la situación era muy similar a la que vivió Descartes (decadencia de las ciencias, de la filosofía, necesidad de una fundamentación absoluta) motivo que hace nacer la fenomenología trascendental. *
* Al dejar en suspenso el mundo y las ciencias,  queda solo el ego del meditador, que tiene como objetivo lograr la fundamentación y universalidad de una ciencia, (que, debido a nuestra radical actitud crítica, pasan a ser ideas conjeturales, que se les intentara dar realidad por vía de ensayo). *

Primer principio metódico:

- No formular o admitir ningún juicio que no haya sacado de la fuente de la evidencia, de “experiencias” en las cuales me esten presentes las respectivas cosas y hechos objetivos “ellos mismos”.

-Dar de nuevo un fundamento a las significaciones de las expresiones, orientándose de un modo original en las evidencias científicamente logradas, y soldar las expresiones a estas significaciones, debido a la fluidez y multivocidad y su facilidad por darse por satisfecho en lo que respecta a la integridad de la expresión del lenguaje corriente.

* En definitiva se busca una filosofía apodícticamente segura, basada en evidencias apodícticas (que tienen la señalada propiedad, no sólo de ser, como toda evidencia, certeza del ser de las cosas o hechos objetivos evidentes en ella, sino de revelarse a una reflexión crítica como siendo al par la imposibilidad absoluta de que se conciba su no ser; en suma, de excluir por anticipado como carente de objeto toda duda imaginable). *
* La evidencia de la experiencia del mundo, a los fines de una fundamentación radical de la ciencia, necesita de una previa crítica de su validez y alcance, o sea, no podemos tomarla como incuestionablemente apodíctica. La existencia del mundo admitida sobre la base de la evidencia de la experiencia natural es para nosotros, sólo, un fenómeno de validez.*
* A través de la epoje trascendental o reducción fenomenológico-trascendental se da el giro a la subjetividad trascendental: giro hacia el ego cogito como la base apodicticamente cierta y última de todo juicio, en que hay que fundamentar toda filosofía radical, SIENDO EL Ego cogito la realidad primera en cuanto a valor de realidad, y el mundo segunda. El ego
* 1-El ego puro responde al concepto de apodícticidad.

2- problema del alcance de nuestra evidencia apodíctica:

La realidad de la base primera en sí es ABSOLUTAMENTE FIRME; pero no así sin más, aquello que define de una manera más precisa la realidad de esta base, ni aquello que todavía no está presente ello mismo, sino que solo está presumido, en el curso de la evidencia viva del “yo existo” (pasado, percepción)

(Actualidad viva del yo= ego cogito) *
* Error de Descartes: El giro al parecer insignificante, pero fatal, que hace del ego la subtantia cogitans, la humana mens sive animus separado, y el punto de partida hechas con arreglo al principio de causalidad, en suma, el giro por virtud del cual se convirtió en el padre de ese contrasentido que es el realismo trascendental. Como evitarlo: Si no admitimos nada más que aquello que encontremos efectivamente, y sobre todo de una manera absolutamente directa, en el campo del ego cogito que se nos ha abierto por medio de la epoje o bien, si no afirmamos nada que nosotros mismos “no veamos”. *
* Mediante la epoje fenomenológica, reduzco mi yo humano natural y mi vida psíquica –el reino de mi propia experiencia psicológica- a mi yo fenomenológico-trascendental del yo. El mundo saca su sentido y valor de mí yo trascendental. *

La epoje es: El método radical y universal por medio del cual me aprehendo como un yo puro, con la vida de la conciencia pura que me es propia, en la cual y por medio de la cual el mundo objetivo entero es para mí, es decir, vale para mí, y vale para mí por que la experimento, la percibo, me acuerdo de ella, pienso de alguna manera en ella, la enjuicio, la valoro, la apetezco, etc., esto es igual al cogito cartesiano su valor universal lo obtiene por estas cogitationes. No altera el mundo (Las cogitationes que se refieren a las cosas del mundo llevan en sí misma esta referencia Ej. percepción de mesa igual antes que después.) La epoje fenomenológica pone al descubierto para mí al filósofo que medita una nueva e infinita esfera de la realidad, la esfera de una nueva experiencia, la esfera de la experiencia trascendental. Abstención de pronunciarse respecto de lo intuido, universal suspensión inhibición, invalidación, de todo lo asumido frente al mundo objetivo dado.  (No hay ciencia valida, ni mundo existente, el mundo se limita a ser una mera pretensión de realidad, esto sucede también para los yos, no se puede hablar entonces en plural comunicativo, pues, los yos son datos de la experiencia por sus cuerpos, que también están en cuestión, también se une a esto la sociedad y la cultura como sus creaciones. En suma, no toda la naturaleza corporal, sino el total y concreto del mundo circundante de la vida es para el que medita filosóficamente un mero fenómeno, mera apariencia de realidad, en lugar de realidad. El fenómeno mismo, en cuanto fenómeno mío, no es una pura nada, sino aquello que hace posible la crítica y puede hacer valer para mi como realidad, abstención de toda creencia empírica, queda en suspenso de la realidad del mundo empírico, este abstenerse existe con la corriente entera de la experiencia de esa vida esa conciencia. El mundo continúa siendo experimentado de cierto modo, y exactamente con el mismo contenido peculiar que antes, pero siendo un sujeto que filosofa,  ya no concedo validez a la creencia natural en la realidad que es inherente a la experiencia del mundo, nunca experiencia del yo desaparece cuando se pone a este en cuestión.




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