domingo, 7 de marzo de 2010

7- Husserl, Meditaciones cartesianas. Meditación primera: en que se recorre el camino que lleva al ego trascendental.

7- La evidencia de la existencia del mundo no es apodíctica; su inclusión en la revolución cartesiana.


Mundo: (Universo de la realidad en general)Se refiere en su actividad la vida cotidiana, a él se refieren también todas las ciencias, directamente las ciencias fácticas; indirectamente, como instrumentos del método, las ciencias apriorísticas. Mas que ninguna otra cosa es de suyo comprensible la existencia del mundo. En efecto, estamos haciendo sin interrupción la experiencia en que este mundo se presenta de continuo a nuestros ojos como incuestionablemente existente.
Pero con ser esta evidencia tan anterior en sí a todas las evidencias de la vida orientada hacia el mundo y de todas las ciencias del mundo- cuya sustentadora base es ella- pronto nos deja cavilosos el saber hasta que punto puede reclamar en esta función un carácter apodíctico. Y si insistimos en esta cavilación, se descubre que tampoco puede reclamar el rango de la evidencia absolutamente primera.  No se trata de que un objeto empírico pueda aparecer como ilusión de los sentidos.
La simple referencia a la posibilidad de estas repentinas y totales mutaciones de la evidencia, no debe ser tomada por nosotros como una crítica suficiente de ésta (como lo fue, en cierto sentido, para Descartes), ni debemos ver sencillamente en ella una prueba de la posibilidad de pensar la inexistencia del mundo a pesar de la constante experiencia que estamos teniendo de él. Nos limitamos a afirmar que la evidencia de la experiencia del mundo necesitaría en todo caso, a los fines de una fundamentación radical de la ciencia, de una previa crítica de su validez y alcance, o sea, que no podemos tomarla incuestionablemente como apodíctica.
Tenemos que despojar de la validez ingenua a la base de todas las ciencias, al mundo de la experiencia. La existencia del mundo admitida sobre la base de la evidencia natural, no puede seguir siendo para nosotros un hecho comprensible de suyo, sino sólo un fenómeno de validez.  

* La evidencia de la experiencia del mundo, a los fines de una fundamentación radical de la ciencia, necesita de una previa crítica de su validez y alcance, o sea, no podemos tomarla como incuestionablemente apodíctica. La existencia del mundo admitida sobre la base de la evidencia de la experiencia natural es para nosotros, sólo, un fenómeno de validez.*

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